LOS ANOS 60. LA ECLOSION DE LAS DROGAS Y LA LIBERTAD SEXUAL
AMERICA FLORECE: LA PSICODELIA, EL "ROCK ACIDO" Y EL AMOR LIBRE
Cuando se inició la década de los 60, en los Estados Unidos, las sustancias lisérgicas eran legales, o por lo menos, "alegales" -no había ningún tipo de regulación al respecto-. La nueva cultura "Beat" experimento hasta la saciedad con todo tipo de sustancias: el L.S.D., la Xilocibina, el DMT, el Peyote, la Mescalina... que se unión a la pasión que se sentía en muchos estados de la unión por la "marijuana" procedente del vecino México. A pesar de que tradicionalmente se ha presentado la relación entre las drogas y el Rock en términos de luto -han sido muchos, demasiados, los músicos que se han quedado por el camino como consecuencia de un "mal viaje"-, en los años sesenta el consumo de drogas de todo tipo estaba muy generalizado tanto entre los artistas como entre el público que formaba el gran movimiento Hippy. Mediante la experimentación con este tipo de sustancias se trataba, por un parte, de crear un nuevo tipo de cultura ajena y enfrentada a la cultura tradicional, y por otra, ejercer una contestación al poder que determinaba que se podía y que no se podía consumir. En este movimiento no participaron únicamente los "melenudos", como nos han hecho creer siempre. La Universidad de Berkeley fue uno de los centros neurálgicos de este movimiento, escritores como Alien Ginsberg, Marshall McLuhan, Kerouac, William C. Borroughs, Andy Warhol, Gregory Corso, Gary Snider, Lawrence Ferlinghetti, Michael McClure... dieron forma a este nuevo movimiento, que estallaría en 1967 galvanizado por la constitución de numerosas comunas, la oposición a la guerra de Vietnam, la eclosión de la lucha por los movimientos civiles (las revueltas de la población negra, las reivindicaciones feministas...) y la organización de cientos de Festivales y conciertos.
California fue uno de los centros neurálgicos de esta "movida": Allí surgieron grupos como Jefferson Airplane, Grateful Dead, Frank Zappa & The Mothers Of Invention, Moby Grape, Byrds o The Doors, que expresarian en sus canciones el sentir de toda una generación. De hecho, el nombre de la banda de Jim Morrison, The Doors (Las Puertas) está inspirado en el titulo de un libro de Aldous Huxley, "A las puertas de la percepción" en el que el autor de "Un Mundo Feliz" narra sus experiencias con el L.S.D.
Además, una de las corrientes musicales más creativas de aquellos años en Norteamérica, el "Rock Acido", cuyos máximos exponentes podrían ser bandas dos de las bandas citadas anteriormente, Grateful Dead y Jefferson Airplane (que fueron los primeros en hacer una referencia explícita al LS.D. en un LP editado por una compañía discográfica no independiente, en el single "Running Around The World"), surgió al color del LS.D. Aquí podríamos situar a los "Merry Pranksters", los "Alegres Bromistas", creadores del "Test del Acido", inspiradores de la primera de las bandas citadas. Los "Alegres Bromistas", encabezados por Ken Kesey -si, efectivamente, el autor de la novela "Alguien voló sobre el nido del Cure"-, se dedicaban a repartir ácidos entre los asistentes a los conciertos -entre otros a los Ángeles del Infierno-, a organizar sanas orgias y a recorrer los Estados Unidos de costa a costa difundiendo este mensaje. Ni que decir tiene que desde la prensa oficial se tilda a los miembros de la Generación Beat como a "Unos degenerados, vagos, irresponsables y borrachos que propagan filosofías anarquistas, licenciosas e inmorales, y que rinden culto al sexo, a la droga y al alcohol". Una deliciosa filosofía que culminaría en los grandes festivales celebrados a finales de los sesenta y principios de los setenta en Woodstock (U.S.A.), Monterrey (México) y la Isla de Wight (Reino Unido), que fueron a su vez el punto álgido y el inicio de la decadencia del movimiento Hippy. Como anécdota, basta recordar las imágenes de cientos de miles de personas disfrutando de la música, los cuerpos desnudos empapados en barro y la advertencia desde los micrófonos del escenario de que había una partida de "tripis" (ácidos, LS.D.) en mal estado que no debían ser consumidos.
Cuando se inició la década de los 60, en los Estados Unidos, las sustancias lisérgicas eran legales, o por lo menos, "alegales" -no había ningún tipo de regulación al respecto-. La nueva cultura "Beat" experimento hasta la saciedad con todo tipo de sustancias: el L.S.D., la Xilocibina, el DMT, el Peyote, la Mescalina... que se unión a la pasión que se sentía en muchos estados de la unión por la "marijuana" procedente del vecino México. A pesar de que tradicionalmente se ha presentado la relación entre las drogas y el Rock en términos de luto -han sido muchos, demasiados, los músicos que se han quedado por el camino como consecuencia de un "mal viaje"-, en los años sesenta el consumo de drogas de todo tipo estaba muy generalizado tanto entre los artistas como entre el público que formaba el gran movimiento Hippy. Mediante la experimentación con este tipo de sustancias se trataba, por un parte, de crear un nuevo tipo de cultura ajena y enfrentada a la cultura tradicional, y por otra, ejercer una contestación al poder que determinaba que se podía y que no se podía consumir. En este movimiento no participaron únicamente los "melenudos", como nos han hecho creer siempre. La Universidad de Berkeley fue uno de los centros neurálgicos de este movimiento, escritores como Alien Ginsberg, Marshall McLuhan, Kerouac, William C. Borroughs, Andy Warhol, Gregory Corso, Gary Snider, Lawrence Ferlinghetti, Michael McClure... dieron forma a este nuevo movimiento, que estallaría en 1967 galvanizado por la constitución de numerosas comunas, la oposición a la guerra de Vietnam, la eclosión de la lucha por los movimientos civiles (las revueltas de la población negra, las reivindicaciones feministas...) y la organización de cientos de Festivales y conciertos.
Fuente: Heavy Metal Mz.
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